
Una ama de casa descubrió un medallón, de origen portugués y datado en el siglo XIII, cuando preparaba para cocinar un tiburón que había comprado en un mercado de la localidad de Klebang, en Malasia, informaron hoy medios locales.
El medallón muestra por un lado el perfil de la cabeza de una mujer con corona, mientras que por el otro se percibe la figura de un crucifijo y la inscripción grabada con las letras Antonii.
Según un historiador local citado por el diario "The Star", el perfil pertenecería a la reina Isabel, consorte del rey Dionisio I de Portugal cuyo reinado transcurrió de 1279 a 1325.
La descubridora, Suseela Menon de 47 años, se disponía a preparar tiburón al curry para su familia cuando descubrió el medallón. "Decidimos no comer el plato, ya que el objeto parece tener elementos religiosos", declaró al periódico Suseela, madre de dos hijos y para quien el hallazgo "es una bendición para la familia".
El medallón, de 7,4 centímetros de largo, 6 de ancho y con un peso de 10 gramos, pudo ser transportado por un soldado portugués durante la colonización de Malasia en 1511.

Cerca de una central nuclear se encuentra el lago Embalse, más conocido como Chorro de Agua Caliente, en la provincia argentina de Cordoba, y fue allí donde un grupo de pescadores se hizo probablemente con la presa más llamativa de sus vidas: un pez con tres ojos.
Este hallazgo ha reabierto el debate sobre las centrales nucleares y su proximidad a las aguas, con la idea de que la causa de la malformación sea la radiactividad de la central, y el peligro que supone para la pesca de esa zona.
Cadena 3 recogió los testimonios de los pescadores, quienes hasta hace poco pretendían embalsamar el pez una vez examinado médicamente. Aparentemente, el tercer ojo del pez es de “igual tamaño y un poquito más hundido que los otros”, según comentó uno de los pescadores.
Es la primera vez que se da un caso así, pero todo apunta a que nadie sabrá la causa exacta de la malformación del animal. Hartos del acoso mediático, el grupo del pescadores responsables del descubrimiento ha asegurado a Puntal.com que finalmente han optado por tirar el pez a la basura.
Gastón y Sergio Guerrina declararon a dicho medio que ningún veterinario acudió a la zona para examinar al animal, por lo que decidieron deshacerse de la presa, decisión que no fue muy bien recibida entre los vecinos, que ven al animal como la única prueba existente sobre el
efecto de la central nuclear, preguntándose “cómo van a cerrar el tema tirando la tararira (pez) a la basura”.
No dispuestos a perder sus puestos de trabajo, su vida privada, y tras la imposibilidad de conservar el pez a causa de las constantes visitas, estos pescadores han decido poner punto y final a tal revuelo con: “Ya pasó. El que la vio... la vio y listo”
La publicidad emite VIDEO DEL PERRROuna frecuencia que sólo los perros pueden detectar.
Todo vale en materia de publicidad. Ahora, un nuevo comercial de comida para perros tiene la particularidad de emitir sonidos en una frecuencia que el oido humano no puede escuchar, pero que atrae a los canes a la pantalla. El sonido en cuestión es emitido dos veces durante el aviso lo suficiente para que los perros lo oigan y vayan corriendo moviendo la cola frente a la pantalla.
La idea de los creativos es que los perritos sientan el llamado de la TV y de esta manera, al notar la atención, sus amos compren el alimento balanceado publicitado. PARA VERLO BUSCAR EN YOUTUBE: BENEFUL TT Soundspot
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