domingo, 8 de julio de 2012

Una Droga y Un Arpón


Muere y casi mata a su hijo por consumir Ivory Wave

Pamela McCarthy murió tras las descargas eléctricas que le propinó un policía de Nueva York para evitar que siguiera golpeando a su hijo de tres años. Había consumido ivory wave.

Los terribles efectos de las sales de baño vuelven a sacudir al mundo. En el caso del caníbal de Miami, Ruby Eugene había sido sorprendido por un oficial en mayo de 2012 mientras comía el rostro de un indigente. Tras dispararle y aún así no poder evitar que siguiera arrancándole ojos, nariz y boca, tuvo que matarlo. Tanto de McCarthy, 35 años, como del caníbal, se sospecha que estaban bajo el influjo de la mortífera droga que se vende por internet como sales de baño.

"Ella no era consciente de lo que estaba ocurriendo a su alrededor", aseguró Rodney Campbell, capitán de la Policía neoyorkina. Los chillidos que salían de la casa conmovieron a los vecinos, que después de un rato llamaron a las autoridades. Pero ante la demora de los oficiales en acudir, Heather Ames, que vive en la casa contigua, se dirigió hacia donde se estaba produciendo la escena. La madre no paraba de zurrar al niño. Entonces empezaron a forcejear, pero la fuerza de McCarthy pudo más y desplazó a Ames. "Me aprisionó con sus manos y pensé que iba a pegarme. Me rasguñó la cara y me tiró del cabello", contó. En ese momento apareció Jason Williams, el padre, que sí consiguió sacarle a su hijo, y salió a la calle corriendo, con él en brazos. Pero la madre no estaba dispuesta a que le arrebataran a su presa, así que salió detrás de su esposo con tanta furia que terminó tropezándose al descender por la escalera que llevaba a la calle. Según David Bridge, otro testigo, "después de volar varios metros, golpeó en el suelo y se levantó como si nada". Al ver que ya no podía alcanzarlos, empezó a sacarse toda la ropa y a arrojársela a los transeúntes, exactamente igual que el caníbal de Miami. Luego de amenazar a las personas que circulaban en ese momento, dio media vuelta y volvió corriendo hacia su casa. Tropezó nuevamente con las escaleras y, tras levantarse, encontró una nueva víctima: su perro, un pitbull. En ese estado la encontraron los policías, que a pesar de que eran dos hombres, no podían detenerla. Hasta que le aplicaron una descarga con su pistola taser. Terminó muriendo en el hospital, horas después.

No era la primera vez que la Policía tenía que ir a la casa para calmar a McCarthy por el estado en la que la dejaba el ivory wave. Pero nunca había llegado tan lejos. Parlamentarios están intentando sacar una ley que prohíba la venta de esta sustancia.

Fuente| Infobae

sábado, 23 de junio de 2012

Un arpón le atraviesa la cabeza, y se salva.

Nasser López, un joven de 16 años, se salvó de milagro después de que un arpón disparado accidentalmente por un amigo le atravesará el cerebro, literalmente, de lado a lado.

Nasser estaba nadando en un lago situado en las inmediaciones de su casa, en Miami, mientras un amigo suyo, se encontraba en la orilla manipulando un arpón. En ese momento, el proyectil del arma se le disparó, con la mala suerte de que impactó directamente en la cabeza del joven.

Venciendo el pánico que le produjo la escena, y tras pensar en una primera instancia que había matado a su amigo, el muchacho consiguió avisar a las emergencias para que trasladaran a su amigo al Hospital Jackson Memorial de Miami. 

Según informa The Miami Herald, los médicos que atendieron a Nasser aseguran que han salvado su vida milagrosamente, aunque tienen que evaluar ahora qué daños ha producido el arma. Su primera obsesión era estabilizar el proyectil para evitar que se moviera y rasgara más zonas del cerebro.

El chico se recupera satisfactoriamente de las heridas. "Es un verdadero milagro que el arpón no haya tocado los principales vasos sanguíneos del cerebro", reconoció a los medios de comunicación el neurocirujano del Jackson Memorial Ross Bullock.

Fuente| DiarioRegistrado

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